se trataba de un bajocubierta angosto, oscuro y mal ventilado. A penas contaba con una apertura al exterior para alojar equipos de climatización. Un enorme trastero decía todo el que se asomaba.

hoy es nuestro estudio de arquitectura.

​

y también algo más: un espacio de creación y convivencia en torno al mundo de la cultura. Músicos, escritores, bailarines, pintores y un largo etcétera han hecho de este espacio lo que es: su casa.

​

¿cómo lo hicimos?

lo vaciamos todo, eliminamos tabiques y techos, subimos los equipos de climatización a cubierta, esculpimos el espacio con pladur con objeto de alojar estructura e instalaciones, y lo pintamos todo de blanco.

​

perseguíamos un espacio diáfano y flexible, aprovechando las partes bajas para poder alojar mesas y sillas convirtiendo el estudio en una sala de conciertos en un solo click.

​

hoy, esa única apertura al exterior inunda de luz el espacio.

"¡caray, se nota que sois arquitectos!" dice hoy quien se asoma |